"El Chapo" Guzmán nos sería extraditado pronto: expertos
En México enfrentaría acusaciones por su condición de jefe del Cártel de Sinaloa.
Después de 13 años prófugo, de evadir por un pelo a los militares, a la policía y a sus rivales, Joaquín "El Chapo" Guzmán está de regreso tras las rejas en México. Y ahora comienza lo que probablemente sea un largo y complicado proceso jurídico para decidir cuál país lo enjuicia primero.
En México, es probable que Guzmán enfrente una gama de acusaciones relacionadas con condición de jefe del Cártel de Sinaloa, la organización de narcotráfico más poderosa del país, y su condición de participante clave en la violencia que ha reclamado miles de vidas desde 2006.
Jurados de instrucción en por lo menos siete tribunales federales de distrito de Estados Unidos han emitido encausamientos contra Guzmán por cargos que van desde el contrabando de cocaína hasta la participación en organizaciones criminales dedicadas al asesinato y otros delitos graves.
En México, Guzmán fue condenado por narcotráfico y asesinato en 1993, y cumplió menos de la mitad de su sentencia a 20 años cuando escapó en 2001. Es casi seguro que el gobierno México lo acuse de numerosos otros cargos, no sólo por la fuga sino por su papel en dirigir el imperio global en que se ha convertido el Cártel de Sinaloa.
Las exhortaciones para que lo deporten a Estados Unidos comenzaron a las pocas horas de conocerse su arresto el sábado en un edificio de apartamentos de Mazatlán, una ciudad balneario en la costa del Pacífico mexicano.
Jack Riley, jefe de la oficina de la DEA en Chicago, declaró el sábado al diario Chicago Sun-Times que cree que los fiscales federales de esa ciudad tienen el mejor caso contra Guzmán en Estados Unidos. "Mis planes son que lo enjuiciemos aquí", dijo.
En Estados Unidos hay varias solicitudes de extradición contra Guzmán, pero hasta ahora el Departamento de Justicia no ha dicho si pedirá al gobierno mexicano que lo extradite. Guzmán también enfrenta encausamientos federales en San Diego, Nueva York y Texas, entre otros lugares.
George Grayson, profesor de Administración Pública del College of William and Mary que estudia a los cárteles de México, dijo que la política interna de ese país probablemente juegue un papel significativo en cómo el gobierno decida el futuro jurídico de Guzmán.
El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, ha tomado un enfoque diferente a la lucha contra los poderosos cárteles de la droga que su predecesor, Felipe Calderón, quien alababa con frecuencia el combate de su gobierno a los grupos delictivos y envió miles de policías y soldados a varias zonas problemáticas en todo el país para enfrentarlos.
Pero Peña Nieto, que asumió el cargo a finales de 2012, no ha hablado mucho sobre el combate al narcotráfico y se ha concentrado en temas como la economía y la educación.
Guzmán fue arrestado por fuerzas mexicanas con la ayuda de la DEA, el Servicio Federal de Alguaciles de Estados Unidos y la Policía de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), y ya se considera uno de los grandes logros del joven gobierno de Peña Nieto. Y es posible que el presidente no desee dejar de lado esa victoria por el momento.
Por su parte, Michael McCaul, presidente de la Comisión de Seguridad Interior de la Cámara de Representantes, dijo que sería inusual que un arrestado tan importante sea extraditado antes de enjuiciarlo en México, pero este caso es extraordinario y una excepción pudiera estar justificada.
"Creo que lo preocupa es que ya escapó de prisión una vez", dijo el domingo el republicano por Texas en el programa noticioso "This Week" de la cadena ABC.